Retablo de 300cm x 260cm : para la capilla del Sagrario de la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza en Córdoba. Bendecido por el Arzobispo de Sevilla Monseñor don Juan José Asenjo Pelegrina.  

Detalle : Virgen de la Esperanza (del Signo)

El Signo es el Verbo Encarnado. La Virgen se muestra joven en posición frontal y en actitud orante. Sobre su pecho ostenta un gran disco de oro en el que se muestra el busto de su hijo Enmanuel. Bendice con la mano derecha y en la izquierda lleva el rollo de la Ley.

 

Detalle : Natividad de la Madre de Dios

La Natividad de María es el prólogo de la historia de la salvación del hombre. Joaquín era de la casa de David. Ana era hija de Santa Emerenciana de la Tribu de Judá. "Siendo ya mayores les nació María que significa 'regalo recibido de Dios'".

 

Detalle : Presentación de Maria en el templo

En el icono se representa a Joaquín y a Ana a la entrada del Templo, seguidos de un grupo de vírgenes. "El Sumo Sacerdote Zacarías la bendijo y exclamó 'El Señor ha magnificado tu nombre en todas las generaciones. En ti el Señor manifestará su salvación al mundo'".

 

Detalle : la Anunciación

El esquema de este icono es muy simple. El Ángel da su anuncio a María que está hilando púrpura. Empuña en la mano izquierda un bastón, símbolo de la autoridad y dignidad del mensajero; la mano derecha extendida: sus dedos abiertos simbolizan la Trinidad, los dos dedos replegados simbolizan las dos naturalezas de Cristo. En la parte inferior hay un pozo.En la cultura hebrea el pozo reviste atributos sagrados.

 

Detalle : Natividad de Jesús

La escena que se representa está encuadrada por una montaña piramidal: la montaña mesiánica. En la parte superior hay un grupo de ángeles. Fuera de la cueva la madre de Dios recostada; la Virgen no mira al Niño, si no al infinito. En el interior de la cueva el buey y el asno simbolizan a los gentiles. Apartado y pensativo, en la parte inferior, está San José que personifica el drama humano: el hombre ante el misterio. Un haz de luz desciende sobre la cueva desde el cielo a la tierra, es la unidad y trinidad de Dios que se manifiesta como luz. En la parte inferior hay dos mujeres que preparan el baño del Niño, imagen que expresa una verdad esencial: la humanidad de Cristo.

 

Detalle : Presentación de Jesús en el Templo

En la Iglesia bizantina a la representación de Jesús en el Templo se le da el nombre de "el Encuentro entre el hombre viejo y el nuevo, entre Dios y el hombre". En el icono aparecen María, José, la profetisa Ana, Simeón y el Niño. Dice el Evangelio: "Había en Jerusalén una profetisa llamada Ana, de la tribu de Aser, ella, como Simeón, por su vida santa merecieron ver al Salvador antes de morir. Cuando Simeón tuvo ante él a Jesús dijo: 'Tu eres grande y glorioso, has sido engendrado misteriosamente por el Altísimo. Digo que eres uno, visible e invisible, finito e infinito'. El anciano también dijo a la Virgen: 'Todas las profecías han anunciado a tu Hijo, que has engendrado sin semen humano, tu eres la puerta cerrada, madre de Dios, porque por ti el Señor ha entrado y ha salido, sin que fuera abierta o sacudida la puerta de tu castidad'".

 

 

Detalle : La Transfiguración

La fiesta de la Transfiguración de Jesús expresa en el modo más completo la teología de la divinización del hombre. El Cristo es el punto de intersección entre la naturaleza divina y la humana. Dos hombres hablan con Él, eran Moisés y Elías. La mitad inferior está dedicada a los tres Apóstoles, caídos en el suelo, incapaces de resistir el resplandor de la Divinidad.

 

Detalle : La Entrada en Jerusalén

En el icono se representa la montaña que se yergue a la izquierda, es el Monte de los Olivos del que Jesús bajó para entrar en Jerusalén. Es la montaña mesiánica, la Sión Santa. En el centro se encuentra Cristo, sentado sobre un pollino de forma inusual. Está como sentado en el trono del Rey pacífico y manso; su mirada es triste, vuelta a la ciudad y al pueblo que lo acoge con palmas. Está acercándose a Jerusalén donde tendrá lugar su pasión y su muerte.

 

Detalle : La Crucifixión

En las representaciones iconográficas bizantinas, nunca aparece el Crucificado con el mismo realismo de la carne extenuada, muerta o en agonía. Aún muerto, Cristo no perdió en lo más mínimo su Real y Divina Nobleza. En los iconos bizantinos no se reproduce en la Cruz la inscripción que motivara la condena. "El Rey de los judíos". La dicción es "El Rey de la Gloria". Junto a la Cruz a la izquierda hay un grupo de mujeres con María en primer plano. Se constata en el Evangelio de Juan: "Junto a la Cruz de Jesús están su madre, la hermana de su madre María, mujer de Cleofás y María Magdalena". A la derecha de la Cruz vemos a Juan. Al lado de Juan está el centurión, a quien la tradición denominará después Longinos. Está mirando al Señor, del que dará testimonio, "Verdaderamente éste hombre era Hijo de Dios". Las rocas significan el Gólgota, los edificios simbolizan la ciudad de Jerusalén y la calavera simboliza a Adán.